EL ANÁLISIS
Al acercarnos al estudio analítico de los personajes, en este caso el padre y
el hijo o sea el príncipe sádico como opositor de su padre y traidor a España.
Que algunos han visto la mano negra de un príncipe taciturno y un pueblo
oprimido, aunque con sabiduría en sus relaciones sociales no en vano. El oficio
del mercadeo y trato da agudeza en el alma a algunos humanos y pude ser como
piensan algunos que, con listeza transmitida en sus genes, tanto es así. Que
podríamos plantearnos que esto último pudo servirle a la parte más instintiva
de ese pueblo oprimido. En cuanto su nacionalismo que no supo aceptar la
herencia de su destino, al formar parte de un reino como consecuencia de la
política emprendida años antes por su emperador. Y dar lugar a la mezcla de
familias con distintas culturas y con ello la absorción, ello hizo que la no
aceptación de su propio status llevara a una política de engaños.
Con panfletos, autores literarios y músicos pagados y la creación
de una leyenda negra en este caso el demonio del sur, - sobre Felipe II—, o sea
el padre de la criatura un neurótico obsesivo. Para otros con un síndrome de
autismo leve en forma de síndrome de Asperger, dentro de un personaje
perfeccionista trabajador que llevo prácticamente él solo. Toda la gestión del
imperio español, donde no se ponía el sol, pero por otro lado con carencia de
afectos hacia su hijo, el otro personaje analizado en esta obra.
El intento de tapar la negra fama de su hijo, destruyendo
documentos y pistas sobre la verdad de los hechos acaecidos por parte de este
rey prudente, para protegerlo. Será aprovechada por un príncipe taciturno,
fantaseando un idilio entre la esposa de su padre, Isabel de Valois, y don
Carlos; presentando a este último como el líder de la independencia
holandesa y al malvado Rey: Como el asesino de ambos, alimentando y creando una
leyenda de los holandeses, franceses e ingleses en contra el imperio. Al situar
la muerte de este príncipe, con una demencia precoz secundaria por estar
encerrado en la torre del Alcázar de Madrid durante más de seis meses.
Lo cual pudo estar presente en la génesis de esta psicopatología junto con los delirios propios, de las fiebres por la malaria que padecía y que intentaba controlar el mismo sin ayuda de doctores. Automedicándose con baños en agua helada, que hacía traer de la sierra de Guadarrama e ingesta de agua fría.
Guillermo
de Orange el taciturno, en su ensayo «Apología», presenta la vida del Príncipe
muy lejos de la realidad, siendo en realidad más allá de un intento
novelístico.
Esta ocurrencia se convirtió en la columna de la leyenda negra
contra los españoles, la propaganda holandesa acusó
directamente al Rey de ordenar el asesinato de su hijo y argumentó que lo único
que quería don Carlos. Era acabar con la tiranía de su padre en los Países
Bajos. Ayudando también a esta propaganda La ópera «don Carlo» escrita por Giuseppe
Verdi años después y un drama del poeta alemán Schiller que bebe también en las
fuentes del citado ensayo.
En el que esa desatención, bien es de decirlo no intencionada,
sino inconsciente por parte de su padre: un neurótico obsesivo compulsivo
para Sigmund Freud y que, con base en sus características psicopatológicas, pudieron
agudizar la genética familiar ya contaminada.
Así, según el hispanista Geoffrey Parker en su biografía
sobre Felipe II, el heredero a la Corona fue un niño relativamente normal, de
inteligencia media-baja, que no sufrió graves episodios de demencia hasta la
edad madura. Así desde los once años las fiebres que le afectaban periódicamente, por la
malaria, empezaron a repetirse asiduamente. «Tiene un temperamento impulsivo y
violento. A menudo pierde los estribos y dice lo primero que se le pasa por la
cabeza», señalo el embajador imperial en España designado en 1564 sobre el otro
síntoma preocupante: sus radicales cambios de humor. Donald Simpson
neurocirujano pediátrico que ha estudiado su biografía plantea la tesis:
«Mostraba la desinhibida malicia de un chico con un daño frontal en el
cerebro».
Esta estructura mental y recursos del príncipe sádico, por otro lado,
va a ser usada, por los rebeldes para su causa, aprovechándose de sus
debilidades y creando un ser heroico y con afectos románticos. Que luchaba por
la defensa de unos ideales, con el mensaje de la creación de un rey tirano ósea
el demonio del sur, -Felipe II— que no perdono la infidelidad de su mujer la
reina francesa. Basado en un amor ficticio sobre su hijo, donde solo había
compasión y cariño y siendo el pretexto del encarcelamiento y muerte de este,
con enseñamiento, aunque en verdad, murió por negarse a la ingesta casi total
de alimentos.
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